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Rodando por Tabasco

viernes, 30 de agosto de 2013

Fumigados en plena rodada

¿Que sería de nuestra existencia sin los imprevistos? El elemento sorpresa es en muchas ocasiones el ingrediente "especial" que hace irrepetible una experiencia, como fue el caso que hoy les platico.

Iré al grano, en la siguiente fotografía podrán apreciar como quedaron nuestros nobles corceles de acero, y después, les contaré como llegamos a esto.
 


Iniciamos nuestra rodada dominical con la idea de obtener buenas fotografías. Como ya les comenté en anteriores entradas, mi amigo y compañero José Manuel es fotografo aficionado, así que llevó su excelente equipo y partimos a la aventura.

Obtener una buena fotografía no es tarea sencilla, hay que buscar la localidad, el objeto, la iluminación, y seguro otros mil factores que no estoy nombrando, pero creo el principal es.... que te guste la foto que tomaste.

Lo último mencionado, dió pie a una busqueda de "esa localidad", "ese objeto" o "ese suceso" especial, que nos inspirara a captarlo y congelarlo por siempre en una fotografía.
Multitoma
Por ello, nos detuvimos en varias ocasiones, fotografiando cerros, el verde del paisaje, a nosotros mismos, en fin. Hasta que algo captó nuestra atención, una avioneta de fumigación se encontraba en plena labor sobre los platanares de la zona. Si lo han visto en alguna ocasión, recordarán que para hacer su tarea hacen un vuelo muy bajo y sueltan el producto sobre la plantación.

A pesar de ser naves pequeñas (o quizá es por eso) su vuelo es espectacular, hacen maniobras colmadas de habilidad y valentía. Así que ahí estaba nuestro objetivo especial, y nos dimos a la tarea de seguirlo buscando la toma ideal.

Supongo que a todos nos gusta que las cosas nos salgan bien, lograr nuestro objetivo; así nos ocurrió a nosotros. Quizá producto de nuestra persecución o por una coincidencia la avioneta maniobró justo sobre nosotros, la vimos venir, calculamos su trayectoria, preparamos las cámaras y.... ¡disparamos las cámaras!. Si señor, lo habíamos logrado, tenemos nuestra toma.
Pasado el júbilo que nos brindo el suceso acontecido empezamos a notar ciertas "pintas" en nuestra indumentaria, en las motos, en las cámaras, y nos dimos cuenta de que fuimos fumigados.

Y así concluyo este relato, recordando que el que persevera alcanza, pero también que a toda acción hay una reacción, así que colocarte bajo una avioneta de fumigación que está trabajando, quizá no sea una gran idea, jajaja.

 El video de esta rodada está disponible en la barra de video de la página inicial.