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Rodando por Tabasco

lunes, 12 de agosto de 2013

Salida a Ejido Dos Ceibas, Cunduacán



En esta rodada visitamos el Ejido Dos Ceibas, perteneciente al Municipio de Cunduacán.


Tomando la carretera que conduce hacía el Municipio de Nacajuca, a unos 20 minutos de camino encontramos el camino que conduce a Dos Ceibas. 


Es impresionante como una vía sencilla y rústica puede proporcionar tantos matices y aspectos dignos de resaltarse, pues nuestro objetivo en esta ocasión fue más de fotografía que de recorrer kilómetros, y en ese lugar nuestra pretensión fue satisfecha.


José Manuel tomando fotos del amanecer
  Salimos de Villahermosa antes del amanecer, con mucha precaución, pues las condiciones del camino que conduce a la cabecera municipal arriba mencionada dejan mucho que desear. 


En esa vía hay un túnel natural formado por árboles que se ubican a los costados del camino, en lo personal me gustan mucho este tipo de formación, y esta tiene de especial su longitud, no la medí ni la conozco con exactitud, pero es  extensa.



Era impensable no aprovechar el cuadro natural que les comento, así que sacamos las cámaras y obtuvimos las siguientes imágenes.





Más adelante nos topamos con un vecino del lugar, gente amable de la localidad que nos permitió fotografiarle dando mantenimiento a su herramienta de trabajo, una red de pesca o tarraya para quienes habitamos en la zona. Dijo mi amigo José Manuel “cosas como estas ya no se ven”, y tiene razón.




Seguimos nuestro recorrido admirando el paisaje campirano y aprovechando a tomar buenas fotos, aquí la muestra. 





¿Qué sería de una rodada sin una anécdota chusca que contar? Ahí les va la de está ocasión. Debido a la hora en que emprendimos la aventura, a eso de las 9 el estómago empezó a reclamar “lo suyo”, hacía que empezamos la búsqueda de alimento sin encontrar nada a nuestro paso, realmente el lugar visitado es austero. Por lo anterior decidimos ir hasta los establecimientos ubicados sobre la Vía Corta Cunduacán - Comalcalco. Primer establecimiento, aún sin servicio, claro que de esto no nos enteramos a tiempo, pensando que debíamos avanzar un poco más “nos pasamos” y nos detuvimos unos 100 metros adelante a comentar, que ya no buscaríamos más y que ahí comeríamos, y aprobada la moción emprendimos el reversazo, se nos hizo fácil avanzar hacia atrás por la orilla de la carretera, pues bien ¡no lo es! Realmente era notorio nuestra nula condición física, pero el hambre era mayor y pesé a sentir que las piernas nos reventaban llegamos al lugar. En donde nos informaron muy amablemente que aún no tenía servicio, jajajajaja. Una vez recuperado el aliento, nos montamos a los caballos de acero para llegar hasta el lugar donde nuestro apetito fue satisfecho.