Y volvimos a salir.
En esta ocasión estuvieron
presentes varios compañeros, que igual
han participado en otros recorridos.
Hicimos la siguiente ruta:
Villahermosa – Teapa – Pichucalco
– - Juárez - Reforma – Villa Luis Gil
Pérez – Villahermosa
Todo lo anterior a través de la
Sierra por supuesto.
Iniciamos nuestro recorrido con
neblina que permitía una visibilidad de unos 100 metros aproximadamente, y ya
saben, le da un toque especial, tenebroso, ja ja ja ja; e insisto en los
olores, la humedad con su aroma inigualable, es estupendo. Imagino que muchos
dirá…, yo no me despertaré a las seis de la mañana para ir a oler hierba…, allá
ellos, el motociclista que se precie de serlo sabe a qué me estoy refiriendo.
La ruta a Teapa la hemos
recorrido y descrito gran cantidad de ocasiones, pero es tan especial, que aun
no siendo la parte central de la rodada resaltaré cuanto la disfruté.
En fin, tomamos el camino que
conduce a Pichucalco y es maravilloso, su paisaje serrano obliga a detenerse y
contemplarlo. Existen varios puntos en los que haces alto y dices “yo aquí
quiero una foto”. En la foto siguiente se capta algo de lo que digo. Aquí nos
detuvimos y aprovechamos a hacer unos ajustes en la moto de José Manuel.
Llegamos a Pichucalco con mucha
hambre y nos dispusimos a buscar un lugar donde desayunar; y encontramos un
pequeño comedor donde nos atendieron de forma muy amable y el desayuno fue un
agasajo.
Hago una pausa para comentar que
hubo algo que dio un toque especial extra a esta aventura, y fue el hecho de que
la moto de nuestro amigo Lony estaba fallando, solo arrancaba con el clásico
empujón, y aunque no hay evidencia fotográfica (no sé porque), les aseguro que
la empujé al menos cinco ocasiones en las diferentes paradas que hicimos en el
camino, fui algo así como el empujador oficial, ahora que lo pienso pudimos
haber obtenido curiosas tomas de ese hecho.
En fin, después de desayunar, ir
al baño y empujar la moto de Lony (en esta era la tercera ocasión), todo en ese
orden, seguimos nuestro camino, y bueno, para mí fue todo un deleite recorrer
esa zona con subidas y bajadas y sobre todo curvas, curvas y más curvas.
Más que contento después del
recorrido que describo, llegamos a la Villa Luis Gil Pérez, donde descansamos
un rato y tomamos algunas fotografías como las siguientes:
Y así, hicimos un excelente recorrido, ansiosos de poder volver a rodar pronto.