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Rodando por Tabasco

martes, 11 de junio de 2013

Motociclismo y religión

Indudablemente en algún momento de nuestro andar en dos ruedas, todos hemos sentido, al menos una vez, que el todopoderoso nos llamaba a cuentas.

Dadas las condiciones de tráfico actual, y la antipatía de que gozamos los motociclistas mexicanos, es probable que si debamos encomendarnos a una entidad más elevada. El que les comparte estas líneas ignoraba por completo la existencia de una celebración motociclistica religiosa, bueno, que al menos nació con esa consigna.

En relación a lo anterior, les comparto dos textos NO PROPIOS, con la finalidad de ilustarles sobre este tema.

Y dice.......

LA VIRGEN DEL FAVOR


Mónica Livier Alcalá Gómez


Desde enero del año 1999, un grupo de motociclistas que ha crecido con el tiempo, peregrinan, desde Guadalajara y distintos lugares de la República, -e incluso de Estados Unidos y Canadá-, para encomendarse, dar gracias u ofrecer una plegaria a la Nuestra Señora del Favor. Este año no fue la excepción y los motoristas se dieron cita, el pasado 18 de enero, en Hostotipaquillo, Jalisco.


La iniciativa surgió del señor José Magallanes Zapata, oriundo de este poblado. A él se le ocurrió promover la devoción a la Virgen el Favor por medio de los motociclistas: “Desde pequeño tuvo la ilusión de tener una motocicleta, pero no tenía los medios, y cuando los tuvo ya no tenía la edad para andar en moto. Por eso se le ocurrió que podía organizar un encuentro de motociclistas –que era su ilusión- pero que al mismo tiempo fuera una peregrinación de fe”, comenta el Señor Cura Sergio Herández Rosales, párroco de esta comunidad.


Más tradición que fe


El párroco asegura que, con la misma disminución de la asistencia que notó del año pasado a este –de 6 mil el año pasado a 5 mil este año- también observó falta de piedad de parte de la mayoría de los motociclistas asistentes: “La idea inicial era que el motociclista sintiera como patrona a la Virgen del Favor y se consiguió ese objetivo con el correr de los años. Lamentablemente, en la peregrinación de este año son muy pocos los que con devoción peregrinaron y participaron de la Eucaristía de mediodía. En su mayoría no vienen a visitar a la Virgen, sino por la costumbre de estar ahí donde hay encuentros de motociclistas”.


El sacerdote asegura que muchos aprovechan para hacer venta de artículos para las motocicletas, algunos más, sólo van al festival cultural, o sólo para “el relajo”. “Este año hasta hubo venta de cerveza, siendo que en anteriores ocasiones esto no ocurría. Esto dificulta mucho la intención de este encuentro”.


Cabe resaltar sin embargo, el esfuerzo de los menos: “Ellos vienen devotamente, incluso muchos traen medicinas, despensas, juguetes para regalar a los niños. Por esas personas vale la pena mantener esta tradición”.